presión sobre todo el costado izquierdo del torso. Cuida mantener el hombro izquierdo
alineado y evita lanzarlo hacia delante.
d) Inhala y al exhalar deja que tu torso y brazos caigan al frente, al mismo tiempo que
basculas tu pelvis y redondeas completamente el torso.
e) Activa la pelvis y empieza a colocar una vértebra sobre la otra del cóccix al axis, al
mismo tiempo alarga el torso en dirección hacia arriba y estira lentamente las rodillas y
proyecta la mirada al frente a 90º.
f)
Repite el ejercicio al otro lado.
g) Ejecuta el movimiento primero muy lentamente y luego incrementa la velocidad,
pensando en activar la sensación de flujo de la energía, de manera que ejecutes el
movimiento ligado.
1.2 Utilización de ejes verticales y horizontales en la alineación del cuerpo
La alineación del cuerpo supone, además de la colocación correcta de las partes del cuerpo, la
relación adecuada entre ellas. La alineación de los pies, se relaciona con la alineación de
piernas y rodillas, la de éstas con la alineación de la pelvis y la de ésta con la alineación de los
hombros y la de éstos con la alineación de la cabeza. Para ello, es necesario que percibamos el
eje vertical o de gravedad y los ejes imaginarios horizontales que permiten verificar la relación
de las diferentes partes del cuerpo. Nota que la alineación se realiza de abajo hacia arriba,
aunque se observe de arriba hacia abajo. El primer reconocimiento para la alineación correcta
es el
eje de gravedad.
Arriba aprendimos que al cuerpo humano lo atraviesa una línea
imaginaria o eje de gravedad, cuyo dominio permite el equilibrio corporal necesario para realizar
cualquier movimiento.
Eje de gravedad
95