SECUENCIA 2
46
“La yegua Rififí será primera”,
le contestó el Espejo roncamente…
¡Imaginad la euforia consiguiente!
Blanquita fue aclamada, agasajada,
despachurrada a besos y estrujada.
Luego corrieron todos los Enanos
hasta el local de apuestas más cercano
y no les quedó un mal
maravedí
que no fuera a parar a Rififí:
vendieron el Volkswagen, empeñaron
relojes y colchones, se entramparon
con una sucursal de la Gran Banca
para apostarlo todo a su potranca.
Después, en el hipódromo, se vio
que el Espejito no se equivocó,
y ya siempre los sábados y fiestas
ganaron los muchachos sus apuestas.
Blanquita tuvo parte en beneficios
por ser la emperatriz del artificio,
y, en cuanto corrió un poco el calendario,
se hicieron todos superbillonarios
—de donde se deduce que jugar
no es mala cosa… si se va a ganar—.
Fuente: Roald Dahl.
Cuentos en verso para niños perversos
. Madrid:
Altea, 1987.
Habían sido
jockeys
de carreras
y eran muy
majos
todos, si no fuera
por un vicio que en sábados y fiestas
les devoraba el coco: ¡las apuestas!
Así, si en los caballos no atinaban
un día, aquella noche no cenaban…
Hasta que una mañana dijo Blanca:
“Tengo una idea, chicos, que no es manca.
Dejad todo el asunto de mi cuenta,
que voy a resolveros vuestra renta,
pero hasta que yo vuelva de un paseo
no quiero que juguéis ni al veo-veo”.
Se fue Blanquita aquella misma noche
de nuevo en
auto-stop
—y en un buen coche—
hasta Palacio y, siendo chica lista,
cruzó los aposentos sin ser vista;
El rey estaba
absorto
haciendo cuentas
en el Despacho Real y la sangrienta
Obdulia se encontraba en la cocina
comiendo pan con miel y margarina.
La joven pudo, pues, llegar al fin
hasta el dichoso Espejo Parlanchín,
echárselo en un saco y, de puntillas,
volver sobre sus pasos dos mil millas
—que eso le parecieron, pobrecita—.
“¡Muchachos, aquí traigo una cosita
que todo lo adivina sin error!
¿Queréis probar?”. “!Sí, sí!”, dijo el mayor:
“Mira, Espejito, no nos queda un
chavo
,
así que has de acertar en todo el clavo:
¿quién ganará mañana la tercera?”.
jokeys:
jinetes.
majos:
guapos.
absorto:
concentrado.
chavo:
moneda de poco valor.
maravedí:
moneda usada en
la Edad Media.
Busca en el
diccionario otras
palabras que
desconozcas y
escribe tus propias
definiciones.
BIBLIOTECA