225
Libro para el Maestro
CONDUCTAS INTOLERANTES
Para evaluar la existencia de intolerancia en sus aulas, los
maestros, tanto de enseñanza primaria como secundaria,
pueden emplear los indicadores que aparecen en la primera
unidad de esta serie bajo el epígrafe de «Síntomas de intoleran-
cia». En ella, los síntomas se describen desde una perspectiva
social, mientras que en este volumen se han adaptado y figuran
como indicadores de las conductas y actitudes de los alumnos
hacia los demás, especialmente aquellos que perciben como
diferentes. Los profesores que tengan confianza con sus
alumnos, pueden emplear estos indicadores como base de
discusión para hacer que tomen conciencia de la naturaleza y
consecuencias de las conductas que muchos niños mantienen
sin darse cuenta de todo el significado de sus actos. Estas
discusiones se pueden integrar en una enseñanza de la
responsabilidad social que haga posible la reflexión de los
alumnos sobre las consecuencias de sus actos como paso
esencial para responsabilizarse de ellos y como base para la
reflexión y para la adopción de decisiones morales.
Aunque los indicadores específicos aquí señalados no son
más que algunas conductas reveladoras de síntomas, sirven
para que los profesores se hagan una idea de lo que deben
buscar en una evaluación de la intolerancia; las preguntas
siguientes pretenden ayudar a los profesores de enseñanza
secundaria en esa finalidad y son un poco más amplias que
las que aparecen en la unidad destinada a las escuelas
primarias. Seguramente, no todos los indicadores serán
aplicables a las manifestaciones de intolerancia que
aparezcan entre todos los alumnos, pues las circunstancias
varían de una cultura a otra, de un país a otro e incluso de
una clase a otra. Es posible que en algunos casos los
profesores encuentren todos los síntomas entre sus alumnos
y, desgraciadamente, serán pocos los que no encuentren
ninguno. La intolerancia hoy, como se afirma en la primera
unidad, está adquiriendo proporciones de epidemia.
ALGUNOS SíNTOMAS DE INTOLERANCIA Y
PREGUNTAS QUE PERMITEN IDENTIFICARLOS
Lenguaje.
¿Se llaman los alumnos por sus nombres o
emplean insultos raciales, étnicos u otros términos deni-
grantes para describir a algunos miembros de la clase o
para dirigirse a ellos? ¿Aparecen estos términos escritos
como graffiti en las proximidades de la escuela o dentro de
ella, en libros, etcétera?
Estereotipos.
¿Hacen los alumnos generalizaciones
negativas en torno a grupos raciales o étnicos, minusválidos,
ancianos, o simplemente personas diferentes de ellos?
¿Cuentan chistes o hacen circular caricaturas basadas en
estereotipos?
Burlas.
¿Tratan los alumnos de incomodar a los demás
llamando la atención sobre alguna característica personal,
errores o aspectos de su vida, de su familia o amigos? ¿Lo
hacen frecuentemente en presencia de otros alumnos que se
suman a las burlas o dan muestras de asentimiento? Las
burlas pueden ser consecuencia de la falta de naturalidad
en las relaciones sociales propia de los adolescentes, o bien
de alguna forma específica de intolerancia. Los profesores
tienen que estar muy atentos a los orígenes de las burlas.
Prejuicios.
¿Suponen los alumnos que algunos compañe-
ros son menos capaces o valiosos por sus orígenes raciales
o étnicos o por sus características personales? ¿Consideran
a los alumnos pertenecientes a algunas religiones compa-
ñeros de juego indeseables o que tienen creencias «anor-
males»? El racismo, el sexismo y el etnocentrismo pueden
Diagnóstico de la intolerancia entre
los alumnos y los docentes
Betty A. Reardon. “Diagnóstico de la intolerancia entre los alumnos y los docentes”, en
La tolerancia: umbral de la paz.
Unidad para la enseñanza secundaria
. Madrid: Santillana/Ediciones UNESCO, 1999, pp. 15-19.