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Libro para el Maestro
ser más acusados durante las crisis adolescentes de
identidad.
Designación de víctimas propiciatorias.
¿Tienden los
alumnos a echar la culpa de algún percance o malas
conductas, disputas, derrotas en los deportes o en otras
competiciones a un compañero o grupo determinado?
Cuando hay casos de infracción de normas, indisciplina o
alteración de otro tipo en la clase, ¿se echan las culpas a un
solo alumno o a un pequeño grupo de los implicados? Cuan-
do se afronta el tema de la designación de víctimas propi-
ciatorias en los debates, suelen surgir oportunidades de
emplear estos incidentes para fomentar la reflexión sobre la
responsabilidad personal y social –capacidad esencial para
la práctica de la tolerancia y en la que hay que hacer
especial hincapié en la educación para la democracia en
secundaria–.
Discriminación.
¿Rehúyen los alumnos a algunos compañe-
ros de clase o no los escogen como amigos o compañeros de
equipo por norma general? ¿Hay indicios de que esta conducta
esté motivada por consideraciones sobre el sexo, la religión, la
raza o alguna característica personal?
Ostracismo.
¿Hay periodos en los que a uno o a varios
alumnos no se les habla o no se cuenta con ellos para las
distintas actividades? ¿Ocurre esto durante largos periodos?
El ostracismo social es corriente entre los adolescentes de
algunas culturas. Es una experiencia muy penosa para el
que la sufre y muy perjudicial para sus autores, porque
disminuye las capacidades para la tolerancia. Para los
profesores es una de las situaciones más difíciles de abordar
y necesitan desplegar toda su prudencia e imaginación para
intervenir. En el ostracismo es muy importante que los
profesores traten de entender las razones y las causas. A
veces puede ser una reacción a la violación de los valores
del grupo, algunos de los cuales pueden ser valores que los
profesores tratan de impartir.
Hostigamiento.
¿Tratan algunos de molestar a otros
mediante extorsiones, notas anónimas desagradables o
caricaturas en sus pupitres o en sus libros, o adoptando con
ellos actitudes que tienen por objeto que el alumno victimi-
zado se conforme con la situación y se aparte del grupo?
¿Suele ir el hostigamiento acompañado de conductas de
intimidación, provocación o palizas?
Profanación o degradación.
¿Escriben
graffiti
, hacen
pintas o dan otras muestras de falta de respeto y voluntad de
estropear deliberadamente las cosas de otros compañeros?
¿Ridiculizan las creencias, los trajes y las costumbres o los
hábitos personales de otros alumnos? ¿Han mantenido
los alumnos estas conductas delante de la comunidad o en
lugares públicos o sitios destinados al culto?
Intimidación.
¿Tienden algunos a intimidar deliberada-
mente a otros más pequeños o más débiles, a servirse de su
condición social o a obligar a otros a hacer lo que ellos
quieran? ¿Incitan o convencen a otros para que se les unan
en la intimidación?
Expulsión.
¿Se ha expulsado a algún alumno de los
equipos o de los clubes o de los grupos de trabajo o sin
ningún motivo?
Exclusión.
¿Se excluye forzosamente a algunos alumnos de
los juegos, clubes o actividades extraescolares? ¿Se hace
de manera que los excluidos se den cuenta claramente de
que no se quiere contar con ellos? Los alumnos víctimas de
esta actitud, ¿son percibidos o tratados de “extranjeros”,
“extraños” o “diferentes”? ¿Ocurre esto con los alumnos
nuevos, o con las minorías culturales o étnicas? Los casos de
exclusión ofrecen la oportunidad de introducir el concepto
de la universalidad de los derechos humanos y del valor
fundamental de la dignidad humana.
Segregación.
¿Tienden los alumnos a reunirse y realizar
actividades comunes en grupos basados principalmente en