I
FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA
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Sancionar para reparar
Las reglas y normas expresan la necesidad de las personas para organizarse y funcionar
de cierta manera. Cuando no se cumplen las normas significa que se ha faltado a ese
pacto con la sociedad por medio del cual nos comprometemos a convivir y a respetarnos.
Por ello, es necesario reparar esa falta y sancionar a quienes tienen la responsabilidad.
El papel de la sanción es reparar las faltas cometidas y volver al pacto original de las
normas acordadas. Sin embargo, ¿cómo saber si la sanción corresponde a la falta come-
tida y realmente repara y permite restablecer el orden de las normas?
16.
Lean en voz alta el siguiente texto:
Muchas normas han ido cambiando muy lentamente a través del tiempo, y muchas más todavía requieren ser transformadas
y actualizadas. Por ello, tanto los ciudadanos como las autoridades debemos reconocer y estar atentos a esas necesidades de
cambio, y promoverlas.
SESIÓN 26
Anayeli Yescas Mondragón sobrevive a su encierro
contagiada por la alegría y la inocencia de su hijo Yael.
Acusada de robar cien pesos a un taxista, está conde-
nada a dos años tres meses y veinte días de cárcel.
Cuando ingresó a prisión, Anayeli tenía dos meses de
embarazo. Yael nació dentro del reclusorio de Tepe-
pan, en el Distrito Federal, donde hay instalaciones
para atender partos.
Anayeli, 22 años, risueña, tiene un tono de voz dul-
ce, inocente. Ya ni recuerda la fecha en que ingresó al
reclusorio. Parece importarle poco el tiempo.
‘No sé
leer ni escribir, luego por eso me confundo’,
afirma,
con una sonrisa en el rostro y una mirada que no se
aparta del pequeño Yael.
‘Yo vendía tacos con mi mamá, o si no, chicles en la
calle, o paletas, o cantaba y limpiaba parabrisas; soy
comerciante’
, aclara con precisión Anayeli.
‘Sí robé los cien pesos y lo hice para mantener una
adicción que tenía’
confiesa espontánea. Comenta que
vive en unión libre, que el padre de Yael trabaja de ce-
rillo en una Comercial Mexicana.
Anayeli es de las pocas que creen que es justo que se
la castigue, porque cometió una falta. Pero cree que el
castigo debería ser parejo para todos,
‘porque hay gente
que tiene dinero y entonces no tiene castigo, pero aho-
ra sí que sólo Dios sabe’
, comenta, mientras vuelve a
absorberse en el mundo de dos que se ha inventado
con su hijo.
Encerrados, pero juntos
En 1902 se adoptaron con-
venciones internacionales so-
bre el matrimonio, el divorcio
y la tutela de menores.
1800
1850
1900
1950
2000
En noviembre del 2006,
el Congreso del estado de
Chihuahua aprobó la Ley
Estatal del Derecho de las
Mujeres a una vida libre de
violencia.
Artículo 4º: El varón y la mujer son
iguales ante la ley. Constitución Políti-
ca de México, reforma de 1917.
Las normas no pueden permanecer inmóviles por siempre
En Francia, en 1791, Olimpia de
Gouges escribió la Declaración
de los Derechos de la Mujer y
la Ciudadana, por lo cual fue
condenada a muerte en la
guillotina dos años después.
Antonio Cervantes. “Los nuevos miserables”, en
El Universal
, mayo 17, 2004 (suplemento LaRevista).