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Libro para el maestro
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I
HISTORIA
Algunas de las principales características de la pintura del Renacimiento son:
- Uso de la perspectiva, la cual genera la sensación de profundidad y permite ubicar
las diferentes distancias a las que se encuentran los objetos en una obra.
- Uso de luces y sombras, así como de colores y tonalidades para generar la sensación
de volumen.
- Precisión en la representación del cuerpo humano a partir del conocimiento de su
anatomía, lo cual permitió pintarlo incluso en movimiento.
- Preocupación por el realismo de las obras.
- Intención de mostrar el comportamiento humano.
Con base en la información del texto que acaban de leer, revisen las descrip-
ciones que realizaron al inicio de la sesión y complétenlas.
Pueden seguir el ejemplo que se presenta a continuación:
Las tres edades de Tiziano,
uno de los artistas representativos del Renacimiento
italiano, muestra las características de la pintura de este periodo. El uso de la pers-
pectiva se percibe en la profundidad que da a la escena: en el primer plano se observa
a un par de jóvenes platicando. Son las figuras centrales del cuadro y reciben una
mayor iluminación, la cual resalta en el vestido de la joven. En el segundo plano se ve
a unos niños durmiendo, a quienes cuida un personaje con alas. En el tercer plano se
ve a un anciano en actitud reflexiva. El uso de las luces, sombras y colores permite
ubicar las distancias entre cada uno de los planos, así como el paisaje en el cual se
encuentran. Asimismo, proporcionan volumen a cada uno de los elementos del cua-
dro. Los personajes son representados en actitudes cotidianas y sus cuerpos muestran
el realismo, resultado de los conocimientos de anatomía del pintor.
Las tres edades
, Tiziano,
1511-1516.
Dé libertad a los alumnos para expresar lo que
aprecian en las obras presentadas en esta sesión
y propicie que observen los detalles. A continua-
ción le damos algunas guías relacionadas con las
características mencionadas en el texto, las cuales
deberán ser retomadas para completar las
descripciones.
La predicación del bautista
, Rafael.
Uso de la perspectiva. Tanto en los grupos de
personajes como en el paisaje es posible apreciar
el uso de la perspectiva, pues ésta permite
distinguir las distancias entre los personajes,
entre estos y el lugar donde se encuentran y lo
que hay al fondo.
Uso de luces y sombras. La ubicación de la luz, así
como las sombras y los colores proporcionan volumen
a las distintas figuras que componen el cuadro.
Precisión en la representación del cuerpo humano.
Los personajes del cuadro están en movimiento,
tanto el predicador como los escuchas, y en cada
uno es posible apreciar la precisión con que fue
representado el cuerpo humano en distintas
posturas, de tal manera que es posible describir lo
que estaban haciendo.
El realismo y la intención de mostrar el
comportamiento humano se muestra con claridad
en las acciones que están realizando los
personajes, pues aunque algunos están
atendiendo al predicador, otros comentan entre
ellos y los niños juegan. Es decir, se muestran
actitudes propias de la situación mostrada.
La Gioconda
, pintada por Leonardo
da Vinci.
Uso de la perspectiva. La relación que hay entre el
fondo del cuadro y la mujer que fue retratada,
muestra el uso de la perspectiva.
Uso de luces y sombras, así como de colores y tonos.
Esta característica se aprecia, sobre todo, en el
retrato de la mujer, pues aunque predominan los
colores oscuros, la luz y las sombras junto con los
distintos tonos le dan volumen al retrato.
Precisión en la representación del cuerpo humano.
El retrato de esta mujer es un ejemplo de esta
precisión. Su rostro y cuerpo reflejan la
preocupación del artista, Leonardo da Vinci –
quien además fue un estudioso del cuerpo
humano–, por representarlo fielmente incluyendo
todos los detalles posibles, por ejemplo, puede
llamar la atención de los alumnos en la postura
de las manos o los rasgos del rostro.
Preocupación por el realismo e intención de
mostrar el comportamiento humano. La mirada y
la sonrisa de
La Gioconda
son los elementos más
resaltados de esta obra y han ejercido una
particular fascinación durante siglos. La
capacidad de Leonardo da Vinci de captar estas
dos expresiones humanas es la muestra más clara
de esta característica de la pintura renacentista.