forma verbal
es arrasada por la analogía con otras. Decimos <<vaci-ar >> porque
conjugamos <<yo vací-o>>.
Ciertas formas verbales son ambiguas, pueden diptongarse o no <<amareis>> o
<<amare-is>>. La medida silábica y la rima se aprovecharían de ello.
Si la vocal débil va la primera, el diptongo es creciente, y si va la segunda,
decreciente. Si las dos son débiles, la segunda se hace más perceptible: Se
comprueba fácilmente pronunciando <<juício>>, <<viúda>>, <<huída>>. En prosa
son bisílabas, pero en verso tienden a hacerse trisílabas (diéresis). La fuerte, más
abierta, forma el núcleo silábico del diptongo: <<áire>>, <<luégo>>.
Cuando inician palabra los diptongos ie, ue, la vocal primera adquiere un valor
consonántico de y con h ortográfica (<<hierva>> = <<yerba>>) y dse g, escrita con h
también (<<huerto>> = <<güerto>>).
Los adjetivos terminados en <<-uoso>> tienden también a sacar una sílaba más:
<<tempestu-oso>>.
Sílaba métrica, unidad básica en la medida del verso, no siempre coincide con la
gramatical, pero si con las sílabas fonéticas de la pronunciación normal: En el
siguiente octosílabo de Encina:
¡Ay, ay, ay, que muerto soy!
Podrían marcarse las sílabas gramaticales o fonéticas:
¡A -ya-yay- que- muer- to-so-y!
Las interjecciones, exclamaciones y onomatopeyas tienen siempre un valor silábico:
Quiero morirme. ¡Huy, huy, huy! (Hartzenbush)
Quie-ro-mo-rir-meu-yu-yu-y
[…] Licencias métricas
Permiten adaptar las sílabas gramaticales al número necesario de las métricas. La
acomodación puede resultar forzada y entonces debe resolverse con habilidad.
Sinalefa. La unión es una sola sílaba de dos o más vocales contiguas, de palabras
diferentes, es frecuentísima. La posibilidad de unirse, si son más de dos, depende
de su colocación. Las débiles, por su posible comportamiento como semivocal o
semiconsonante, han de ir siempre en el extremo. La conjunción copulativa Y se
comporta como semiconsonante delante de otra vocal.
Mas pues no hay que asegurarla
(Zamora)
Mas-pues noay-quea-se-gu-rar-la
Vendrá hoy a tu sepultura
(Tenorio)
Ven-draoy-a-tu-se-pul-tu-ra
De aquí a Egipto es tan breve
(Calderón: <<El mayormonstruo>>)
Dea-quiae-gip-to-es-tan-bre-ve
Sola estoy y esta pareja
(Bretón de los Herreros)
So-laes-toy-yes-ta-pa-re-ja
Es un fenómeno espontáneo, natural, en el habla, pero en el verso debe cuidarse
muy especialmente. Ayuda a ajustar el número exacto de las sílabas métricas,
restando una, e intensificada la unidad melódica. No se interrumpe la emisión de
voz de la sílaba, pero tampoco se elude ninguna de las vocales reunidas, todas
conservan su valor tímbrico. En muy pocos casos supone una brusca contracción.
Es más bien una transición fluida y prolongada, rellena, sin corte; incluso alguna
vez, con modulaciones tonales, si el sentido lo pide, o la sensibilidad matizadora del
recitante.
45