ESPAÑOL
III
203
—Hola, dejadnos solos, y esa puerta
se cierre, y no entre nadie.
[Vanse CLARÍN y los criados.]
ROSAURA:
(Yo soy muerta.)
Advierte…
SEGISMUNDO:
Soy tirano
y ya pretendes reducirme en vano.
CLOTALDO:
[Aparte.]
(¡Oh qué lance tan fuerte!
Saldré a estorbarlo, aunque me dé la muerte.)
Señor, atiende, mira. (Llega)
SEGISMUNDO:
Segunda vez me has provocado a ira,
viejo caduco y loco.
¿Mi enojo y mi rigor tienes en poco?
¿Cómo hasta aquí has llegado?
CLOTALDO:
De los acentos desta voz llamado,
a decirte que seas
más apacible, si reinar deseas;
y no, por verte ya de todos dueño,
seas cruel, porque quizá es un sueño.
SEGISMUNDO:
A rabia me provocas,
cuando la luz del desengaño tocas.
Veré, dándote muerte,
si es sueño o si es verdad.
[Al ir a sacar la daga, se la detiene Clotaldo
y se pone de rodillas.]
CLOTALDO:
Yo desta suerte
librar mi vida espero.
SEGISMUNDO:
Quita la osada mano del acero.
CLOTALDO:
Hasta que gente venga,
que tu rigor y cólera detenga,
no he de soltarte.
ROSAURA:
¡Ay cielo!
SEGISMUNDO:
Suelta, digo,
caduco, loco, bárbaro, enemigo,
o será desta suerte
[
Luchan.]
dándote ahora entre mis brazos muerte.
ROSAURA:
Acudid todos presto,
que matan a Clotaldo.
[Vase.]
ESCENA IX
Sale ASTOLFO a tiempo que cae CLOTALDO a sus
pies, y él se pone en medio.
ASTOLFO:
¿Pues qué es esto,
príncipe generoso?
¿Así se mancha acero tan brioso
en una sangre helada?
Vuelva a la vaina tan lucida espada.
SEGISMUNDO:
En viéndola teñida
en esa infame sangre.
ASTOLFO:
Ya su vida
tomó a mis pies sagrado
y de algo ha de servirme haber llegado.
SEGISMUNDO:
Sírvate de morir, pues desta suerte
también sabré vengarme con tu muerte
de aquel pasado enojo.
ASTOLFO:
Yo defiendo
mi vida; así la majestad no ofendo.
[Saca ASTOLFO la espada, y riñen.]
CLOTALDO:
No le ofendas, señor.