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Libro para el Maestro
El deterioro de la comunidad
ha sido
una preocupación central de las ciencias sociales a lo largo
de su corta historia. En cierto modo podría afirmarse que la
psicología social y la sociología nacen precisamente de esa
preocupación por la decadencia de la comunidad como
consecuencia de los procesos de urbanización e
industrialización…
Sin embargo, hay tendencias que contradicen esta visión
concluyente. Por ejemplo, ha aumentado exponencialmente
el número de participantes en grupos de auto-ayuda y en
organizaciones no gubernamentales. Se ha producido una
expansión significativa del voluntariado, del movimiento
feminista y de los grupos ecologistas. Y en internet están
floreciendo “comunidades virtuales” de todo tipo. Por eso,
una interpretación alternativa consiste en afirmar que están
cambiando las formas de participación, orientándose hacia
comunidades que exigen un compromiso más débil. No se
estaría produciendo en ese caso la desaparición de la
comunidad sin más, sino el surgimiento de nuevas formas
comunitarias, caracterizadas por el auge del individualismo
y la personalización de las prácticas sociales (Maya Jariego,
2002;Smith y Kollock, 1999; Wellman, 2001).
(…)
SENTIDO DE COMUNIDAD
Definición de sentido de comunidad
En su formulación original, el sentido psicológico de
comunidad es una experiencia subjetiva de pertenencia a
una colectividad mayor, formando parte de una red de
relaciones de apoyo mutuo en la que se puede confiar
(Sarason, 1974). Los elementos que le dan forma a esta
valoración personal son “la percepción de similitud con
otros, el reconocimiento de la interdependencia con los
demás, la voluntad de mantener esa interdependencia
Sentido de comunidad y potenciación comunitaria
Isidro Maya Jariego. “Sentido de comunidad y potenciación comunitaria”,
en:
Revista Apuntes de Psicología
, 2004, Vol. 22, número 2, pp. 187-211.
dando o haciendo por otros lo que uno espera de ellos, [y]
el sentimiento de que uno es parte de una estructura más
amplia, estable y fiable” (op. cit., pág. 157). De acuerdo con
esta definición, el sentido de comunidad (a) tiene un núcleo
importante en torno a la interacción social entre los
miembros de un colectivo, y se complementa con (b) la
percepción de arraigo territorial y (c) un sentimiento general
de mutualidad e interdependencia (Sánchez Vidal, 2001).
(…) La idea de sentimiento psicológico de comunidad
presupone una noción de comunidad propiamente dicha.
Con más propiedad, podríamos hablar de separar la
identidad y la dinámica sociales, por un lado, del campo
social en el que se generan. Seymour Sarason (1974)
concebía la comunidad como “una red de relaciones de
apoyo mutuo de la que uno puede depender” (op. cit., pág.
1). Esta noción general puede aplicarse a ciudades, barrios,
agrupaciones religiosas, organizaciones educativas, grupos
de auto-ayuda, etcétera.
Eso significa que cabe hablar de diferentes tipos de
comunidad, y analizarlas recurriendo también a diferentes
niveles de análisis. Veamos brevemente ambos aspectos.
Una clasificación básica es la que distingue (a) la
comunidad entendida como localidad de (b) la comunidad
entendida como grupo relacional (véase por ejemplo, Heller,
1989). La primera es la noción tradicional, y más intuitiva,
del término. Hace referencia, por ejemplo, al barrio, a la
ciudad o a un área rural definida. Muchas formas de
organización social, como los distritos urbanos o electorales,
o la propia organización de los servicios sociales, educativos
y de salud, remiten a esta lógica. En este caso el sentido de
comunidad se basa en la proximidad, en las relaciones entre
los residentes de un espacio compartido, y en el apego a un
lugar determinado… Pero también podemos definir una
comunidad basándonos en las relaciones interpersonales (y
en el sentido de pertenencia resultante), más allá de las
restricciones geográficas de la primera acepción. Por