ir al Examen
346
Libro para el Maestro
314
SECUENCIA DE ANÁLISIS Y REFLEXIÓN
verdad: somos cosmopolitas, vivimos donde se gana, y que ruede la bola… ¡ja!, ¡ja!
¡ja!
Pero hay cosas superiores a toda ganancia, a todo interés.
Si exceptúa usted a Magdalenita, que me trae a las vueltas y por quién daría toda mi
fortuna, no conozco otra.
La libertad, el derecho.
Si no valen dinero, no deben ser gran cosa.
Señor don Leandro, usted me ha dicho que sirvió muchos años como dependiente.
Veinte, señor mío.
¿Y para qué trabajó usted tanto tiempo?
¡Toma! Para llegar a tener independencia, para que un día pudiese yo decir, comodi-
to ahora, no tengo amo.
¿Y esa independencia que ha comprado usted con media vida, cree usted que vale
algo?
Mucho vale, señor don Andrés, machismo.
Pues esa independencia es la misma libertad, y nada valdrá desde el momento en
que no se respete el derecho que a ella tiene usted muy justamente adquirido.
Don Andrés, yo no soy fuerte en estas cosas; si le he de decir la usted la verdad, me
inclino a los liberales, porque siempre que han mandado he hecho mis mejores
negocios, y ¡diablo! Tienen unas palabritas tan suaves, que no sé por qué atraen,
¡libertad! ¡derecho! ¡justicia! Mientras que los otros ¡palo! Y tente tieso.
La Alameda en Veracruz
Al día siguiente, más temprano que lo de costumbre, se levantó Iturbide, fatigado de la
mala noche y […] se fue a la Alameda […] Iturbide se dirigió allí buscando fresco y
esperando disipar las locas imágenes que en la noche le habían quitado el acostum-
brado reposo; pero su estrella hizo que lo primero que encontrarse al pasar la puerta
de Merced, fuese lo mismo de que huía; a Magdalena, que iba acompañada de la
señora Valle […]
Muy temprano ha salido usted
le dijo la señora, después del saludo de costumbre.
Ha pasado una noche inquieta
contestó Iturbide
, aunque sin tener causa para
ello.
Le ofreció el brazo a la señora, quien desde luego lo aceptó.
Lo mismo me ha sucedido
dijo Magdalena
y, por esto fui a importunar a mamá-
tía para que saliésemos temprano. […]
Magdalena era siempre constante para
acompañar aun a sus más severas expresiones con algún halago, (Andrés) no se dio
por entendido […] lo que produjo el resultado de que la joven hiciese terminar el
paseo con presteza, diciéndole a su tía, que quería oír la misa que a la sazón llama-
ban.
¡Gracias a Dios, niña, que te viene tan buen pensamiento, porque hace algunos días
Haz click aquí para ir al índice de todas las materias con sus guías de respuestas y explicaciones

 

ir al Examen