Practica esta lección: Ir al examen
63
La niña no sabía y ya iba a ponerse a inventar algo de unos frijoles
negros, cuando su madre, que era una mulata linda y risueña, dijo:
—Ningún secreto. Encantos de una abuela negra que ella tenía.
Ahí el conejo, que era bobito pero no tanto, se dio cuenta
de que la madre debía estar diciendo la verdad, porque
la gente se parece siempre a sus padres, a sus abuelos, a
sus tíos y hasta a los parientes lejanos. Y si él quería tener
una hija negrita y linda como la niña bonita, tenía que
buscar una coneja negra para casarse.