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Libro para el Maestro
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HISTORIA
II
Juntos pero no revueltos
Una vez lograda la emancipación de España, los mexicanos
se enfrentaron a la necesidad de elegir un gobernante y
una forma de gobierno para el país recién creado. Después
de amplias discusiones y una fuerte oposición de algunos
grupos, Agustín de Iturbide, figura clave para lograr la
consumación de la independencia, fue proclamado
“Agustín I, emperador de México”, en mayo de 1822.
El corto tiempo que duró el gobierno imperial se carac-
terizó por las dificultades entre el emperador y el Congreso,
pues algunas provincias temían que el emperador adoptara
un gobierno centralista. Cuando Iturbide ordenó disolver
esta institución, regresó la agitación política y algunos
grupos exigieron la restitución del Congreso mediante
pronunciamientos y levantamientos armados. Ante esta
situación, el emperador reinstaló el Congreso, pero como las
muestras de descontento no cesaron fue obligado a abdicar
y abandonar el país.
El fracaso del primer experimento político en México dio
paso a la instauración de la República. El dilema era si se
adoptaba como forma de organización política el centralis-
mo, que favorecía la existencia de un gobierno central
fuerte; o el federalismo, que defendía la existencia de
gobiernos estatales autónomos.
Los representantes de algunas provincias clamaban por
lograr la autonomía y tener representación en el destino del
país. Después de la experiencia representativa en las Cortes
de Cádiz y con la fuerza que cobró el regionalismo en las
últimas décadas, provincias como Guadalajara, Yucatán,
Oaxaca y Zacatecas, mostraron en distintas ocasiones su
disposición a separarse del resto del país si no se respetaban
sus intereses. Se resistían a volver al centralismo que
caracterizó el gobierno colonial, pero esta postura, como
verás a lo largo de la secuencia, dificultó la unidad nacional.
En 1823 se instauró un Congreso integrado por una
mayoría federalista, pero que compartía la convicción de
conservar la unión. Al año siguiente se dio a conocer la
Constitución de 1824 que establecía una república represen-
tativa y federal, se conservó la religión católica como única,
se decretó un gobierno dividido en tres poderes —legislativo,
ejecutivo y judicial, predominio del primero— y se otorgó la
ciudadanía a casi todos los hombres mayores de 21 años. El
territorio quedó dividido en 19 estados, 4 territorios y el
Distrito Federal. De acuerdo con el federalismo, cada estado
tenía su propio congreso y promulgó su propia constitución
que debía apegarse a los principios de la Constitución
federal.
En busca de un sistema político
8.
Lean los textos para realizar las actividades.
SESIÓN 64
La instauración del Primer Imperio en México no trajo al país
la paz y estabilidad esperada, sino que formó parte de un lar-
go y difícil proceso de definición de las instituciones políticas
que gobernarían al país.
Sabías que…
El origen de los
colores de la bandera
nacional actual tiene
su antecedente en la
bandera trigarante,
confeccionada para
celebrar el éxito del
Plan de Iguala con
el que se pactó la
Independencia de México. Desde entonces, a pesar de
las modificaciones sufridas, el lábaro patrio conserva
tres barras verticales. El significado que originalmente se
atribuyó a los colores era: verde (independencia), blanco
(unión) y rojo (religión).
Jorge González Camarena,
Precursores del federalismo
, 1974.
Boceto para el mural en la Cámara de Senadores en la Ciudad
de México.
El tiempo en el aula
Esta sesión consta de dos situaciones de
aprendizaje. La primera plantea el análisis de un
texto y un mapa, lo cual requiere de mayor
tiempo que la segunda situación que está
destinada a la elaboración del elemento que van
a integrar al periódico.