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Libro para el maestro
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SECUENCIA 2
El tributo que recibieron encomenderos, doctrineros y caciques variaba de acuerdo con la producción o especialización de los pueblos de indios
de una encomienda. Estas diferencias hacían que algunas encomiendas fueran más valiosas que otras. De la misma manera, el trabajo indígena
también representaba riqueza durante los primeros años de Nueva España y el número de indígenas influía en el valor de las encomiendas. La
primera imagen, procedente del
Códice Osuna,
muestra a la Corona como encomendera de algunos pueblos de indios; la tercera, la distribución
de encomiendas en el Valle de México.
El bautizo de los caciques o principales de los pueblos de indios fue una práctica
que sirvió de ejemplo para el resto de la población. El uso de catecismos gráficos
es una muestra de cómo los doctrineros se esforzaron por comprender a los indí-
genas para poder evangelizarlos. También aprendieron sus lenguas y escribieron
obras sobre sus costumbres con el fin de poder comunicarse y conocerlos mejor.
Debido a que los encomenderos debían favorecer la evangelización, la relación entre encomenderos y
doctrineros fue constante aunque no pacífica, pues ambos denunciaron los excesos que unos y otros come-
tían con los indígenas, sobre todo los encomenderos, y esto provocó enfrentamientos. La relación más cerca-
na de los doctrineros fue con los caciques, de quienes recibían tributo, así como ayuda para que la pobla-
ción indígena acudiera al llamado de los frailes para la catequización, la administración de sacramentos, la
organización de fiestas religiosas y la edificación de iglesias, entre otras tareas.
El sistema de dominación indirecta daba a encomenderos, doctrineros y caciques cierta autonomía en sus
acciones, así como la autosuficiencia necesaria a partir del tributo que debía entregar cada pueblo de indios. El
tributo, ya fuera en especie o trabajo, se convirtió en la base de la economía que sostenía a encomenderos,
doctrineros y caciques, incluso en aquellos pueblos de indios que quedaron directamente bajo la administra-
ción de la corona por su importancia, como Tlaxcala y México Tenochtitlan, los cuales funcionaron como
encomiendas administradas por representantes de la monarquía.
Hueypoxtla
Xilotzingo
Tizayuca
Tecama
Teotihuacan
Tezontepec
Axapusco
Otumba
Oxtoticpac
Acolman
Tepexpan
Tequicistlan
Tepetlaoztoc
Texcoco
Chimalhuacan
Atenco
Chicoloapa
Coatepec
(con Tenayuca)
Ixtapaluca
Ixtapalapa
Culhuacan
Tlatelolco
Hitzilopochco
Coyoacan
Xochimilco
Cuitlahuac
Mixquic
Chalco
Tacuba
Azcapotzalco
Tenochtitlan
Teocal-
hueyacan
Tenayuca
Toltitlán
Cuauhtitlán
Tepotzotlán
Tequixquiac
Ecatepec